Veleta
Mariposas carmín rondan mis sienes
fugadas de tu grana comisura;
felicidad efímera, ventura
que languidece al son de tus vaivenes.
Mas al costado de tu gozo tienes
adosado un refugio de amargura,
y tras su inexpugnable cerradura,
el corazón y el beso de rehenes.
Y a tu dictado, yo, senil poeta
que no entiende el porqué de amarte tanto;
si he sido a tu sonrisa, marioneta,
o pañuelo en las cuencas de tu llanto…
un viento que se trunca, en la veleta
que gobierna los giros de tu encanto.
fugadas de tu grana comisura;
felicidad efímera, ventura
que languidece al son de tus vaivenes.
Mas al costado de tu gozo tienes
adosado un refugio de amargura,
y tras su inexpugnable cerradura,
el corazón y el beso de rehenes.
Y a tu dictado, yo, senil poeta
que no entiende el porqué de amarte tanto;
si he sido a tu sonrisa, marioneta,
o pañuelo en las cuencas de tu llanto…
un viento que se trunca, en la veleta
que gobierna los giros de tu encanto.