viernes, 31 de mayo de 2013

 
 
 
 
 
 
Se fue con la primavera

Se fue con la primavera
la boca que me besaba,
marchó a buscar otra fuente
que diera agüita más clara.

No quiso hallar en mis labios
el manantial que anhelaba,
languidecía esperando
que el agua fresca manara.

Estando muriendo mayo
vistió de acero su piel,
pintó una risa en su cara
en mi recuerdo la hiel,
y fue a buscar su mañana
donde abandonó su ayer.

Y beberá en cenagales,
en arroyuelos, en charcas,
en pantanos de agua muerta,
en marismas de agua estanca…

y beberá de una mano
que no querrá acariciarla…

y se olvidará del rio,
que tiene orilla en su cama…

y dejará que se seque,

la mar que en mi boca mana.




 





miércoles, 29 de mayo de 2013

Anillo de compromiso

 
 
 
 
 
 
Anillo de compromiso

Aquí traigo la sortija
que me dejara mi madre,
grabé tu nombre y el mío;
con ella vengo a jurarte
que desde esta misma hora,
ya no te llamas …“amante”.

Pues si Dios no me permite prometerte en los altares
me permite una promesa que es más inmensa, si cabe.
Prometo adorarte siempre aunque el tiempo nos separe,
prometo sentirte mía aunque no alcance a mirarte,
prometo llorarte a solas cuando mis manos te extrañen.

Anillo de compromiso,
¿Hay compromiso más grande?

Sin iglesias ni juzgados,
sin vestiduras nupciales
sin más pastel que tu boca,
sin más biblia que mi catre;
ni amigos de conveniencia
ni abrazos artificiales.

Anillo de Compromiso.
¡Así quiero yo llamarle!
¡Pues con él me comprometo, a jamás dejar de amarte!



 







sábado, 25 de mayo de 2013

Adonde no haya patrias.

 
 
 
Adonde no haya patrias
(Soneto en alejandrinos)
 



No hay blasón que merezca el néctar de la arteria
ni arenga que atenúe el detonar del plomo,
cruzada que no nazca de un seso monocromo
ni dogmas celestiales que extirpen la miseria.


No hay hambre que mitigue quien loa la materia
ni llaga que restañe quien paga mayordomo,
alfanje de mesías que luzca el filo romo
ni farsa que perdure aupada por la histeria.

Adonde no haya patrias, yo cesaré mi paso,
allá donde ni a Judas lo excomulgara un beso;
un reino de palabras… un terrenal parnaso.


Que fuese la justicia la fragua del progreso,
y morir a destiempo un trágico fracaso…
y el amor absoluto un lógico suceso.



 



viernes, 24 de mayo de 2013

Romance sureño
¡Que el sur es el sur del mundo!
¡No necesita etiqueta!
¡El sur de España, de Europa,
el sur de la gran América!
¡Que no le enquisten el aire
ni le engrilleten cadenas,
que no ejecuten sus gentes
a disparos de miseria!
¡Que no le hilvanen remiendos
a sus ajadas banderas!
¡Que no le vendan sermones
comediantes sinvergüenzas,
pues para trovarle sueños
pare de sobra poetas!..
¡Vive Dios que no palpita!
¡Vive Dios que no resuella!
¡Vive el cielo, que sucumbe
tan grandiosa sementera!..
¡El sur del Asia, del África!
¡El sur de la injusta tierra!

miércoles, 22 de mayo de 2013

Sentencia errada



Sentencia errada.
(Soneto sáfico inverso, 6ª 7ª 10ª con rima interna)



Fue su instante estelar, rancio y eterno
despechada escupió hueca su risa,
un minuto sonrió, agria, concisa
y al sopor de aquel bar vino el invierno.

Deserté del lugar cual de un infierno
mas no rectificó mi alma indecisa,
¿Seguro me humilló tal pitonisa
o perdí por amar rumbo y gobierno?

Jugando a ser el juez, vi por ventura
cuan precoz como ruin fue mi condena
y de qué bisoñez tanta tortura.

Aún su risa carmín hoy me resuena
mas quizá su acidez fuese amargura
y de amor su mohín, más que de hiena.





martes, 21 de mayo de 2013

 
 
 
 
 
 
El beso muerto

Aquel beso que me diste
aquel que causó tu llanto,
aquel que te puso triste
hoy se me pudre en los labios

Aquel que me supo a yerba
a nardo recién cortado
aquel de suave canela,
hoy su sabor me es amargo

Porque tus ojos fingían
como fingía tu abrazo,
como fingía tu boca,
como fingía tu mano.

El beso que me robaste
hoy es tan negro y tan agrio,
como el entierro de un ángel
cual aliento de un borracho.

Se volvió el agua, vinagre,
se volvió la mar, pantano,
se volvió cianuro el aire
se volvió el cisne, lagarto.

Hoy no se si fue quimera,
si aquel beso fue besado,
o quizás lo que ocurriera...

fue que se pudrió en mis labios.

 







lunes, 20 de mayo de 2013

Bebe el viento mi jaca


Bebe el viento mi jaca
 (Soneto en tridecasílabos)


Cabalgar un altivo corcel hoy quisiera
cual aquel que domara mi mano de infante
por aquella campiña, mosaico radiante
de dintel colorido, tintada vidriera.

Con el giro incesante de aquella pradera
y el vaivén del madero de mi rocinante,
con la luna prendida del cielo ambulante
deambulaba al galope de aquella quimera.

¡Bebe el viento, mi jaca de crin diamantina!
que a tu grupa pulida mi historia revivo
si no rompe el ensueño la aguda bocina.

Una intensa nostalgia me arrastra cautivo,
un cigarro y un trago, mi dorso en la esquina.

Evadido contemplo... rotar el tiovivo.





domingo, 19 de mayo de 2013

No hay nombre más bonito

No hay nombre más bonito


"Habanera" se llama mi barquito
cual el son de un Cubano sentimiento,
es la unión de la mar, el sol y el viento
y un ritmo compasado y exquisito.

Es así que su piel modela el agua
y en su espejo se mira y se remira;
a la brisa le canta una guajira,
 a las olas les tira de la enagua.

Mas navega mi Cádiz orgulloso
de ser primo del mambo y el mojito
y compadre de un tango primoroso.

Habanera se llama mi barquito,
¡vive Dios, que no hay nombre más sabroso!
¡vive Dios, que no hay nombre más bonito!


Hoy he vuelto a visitarte


Hoy he vuelto a visitarte
querida viejita mía
y he vuelto a besar el surco
hendido de tu mejilla.
He vuelto a zurcir mi mano
con la tuya entretejida,
tu mano de piel de gasa
que hoy tiembla chiquita y fría.
Y reflejado en el agua
de tu rendida pupila,

ya, con las sienes de nata,
vi al chaval que tú reñías,

aquel al que tú soñabas,
aquel al que tú mecías,

aquel que erigió su reino
sentadito en tus rodillas.

Volví a mi calle y mi casa
y abrí su puerta podrida

vi mi patio arlequinado,

y entre el grifo y la pocilla
volví a lavarme la cara

de churretes negrecida,

mas te escuché despertarme
¡Venga chiquillo “pa” arriba!,

y me retornó el aroma
del cocido en la cocina…
Hoy he vuelto a visitarte
querida viejita mía,
y he vuelto a mirarte guapa...
y he vuelto a sentirte viva.


viernes, 17 de mayo de 2013

 
 
 
 
 
 
 
¿Por qué me has abandonado?

Anoche me vi entre flores
con la piel fría de talco
vi una mujer que lloraba
y me besaba la mano.

Viéndome yerto, pensé
-pues mi luto era soñado-
que los que allí me lloraban
son los que me están matando;
aunque me maten a besos
aunque me maten a abrazos
aunque a caricias me maten,
sin querer, lo están logrando.

Vi junto a mi cabecera
sobre un soporte dorado
un crucifijo de hierro
con un Cristo bocabajo,
suplicando como yo...
¿Por qué me has abandonado?

Acompañaban al Cristo

un farol por cada lado
y dos querubines negros
con el índice acusando
a mi roto cuerpo inerte,
convicto y decapitado…
por adorar a una Diosa
y jactarme del pecado.

Me despertaron las hadas
de aquella noche de fiebre
con un susurro al oído,
¿No estás vivo?, ¡Qué más quieres!






jueves, 16 de mayo de 2013

Tu postigo.

Tu postigo
(Estrofas Gil Polo)

Hoy recorté la yedra que impetuosa
cegaba el tragaluz de tu postigo.
Ya está de vuelta marzo y no consigo
obviar tu boca fresca en cada rosa,
tu aroma en el jardín siempre presente.
Frecuentemente,
tu voz me clama
desde la trama
de mi locura,
y tu figura
etérea, delicada, cristalina…
al llanto de mi voz, se difumina.


En brazos de los versos de Darío,
sucumbo en la quebrada mecedora
ansiando que el reloj dicte la hora
en que el sopor me calme el desvarío.
La luna se ha prendido en mi ventana…
Hasta mañana,
mi amiga errante,
perdida amante.
Celeste el día
retornaría,
si te viese otra vez tras la vidriera
del postigo que ahogó la enredadera.






miércoles, 15 de mayo de 2013

 
 
 
 
 
 Mi corazón, un velero
 
 Mi corazón... un velero
anclado en una mar blanca
de sudor y de deseo,
sin capitán que lo guíe
sin timón y sin gobierno
surca sábanas que riza
la tempestad de tu pelo

Mi corazón... un velero
y navegar unos labios
y naufragar en un beso
y escorarme en tu cintura
y embarrancar en tu pecho
al garete de unos ojos,
a la deriva de un sueño

Mi corazón... un velero
perdido en un horizonte
sin la mar y sin el cielo
en el confín de un perfecto
rosado desfiladero
que nace entre dos montañas
de un escarpado moreno

A estribor reina la calma,
a babor rugen los vientos,
mas con la nueva marea
anhelando un nuevo puerto,
mi corazón leva el ancla
y se me pierde a lo lejos .


 








martes, 14 de mayo de 2013

La novia malograda


La novia malograda
(Soneto melódico)


En mañana de negros azahares
separaron la rosa de su espina
la vistieron de blanca muselina
rubricando su infierno en los altares.

¡Ay, Chiquilla peinada de alamares!
¿donde yace el doncel de tu retina?,
lo envolviste de olvido y purpurina
y enjugaste con oro tus azares.

¡A las diez, a las diez de la mañana!
¡Enviarán al cadalso un juramento!
¡Ahorcarán en la torre la campana!

Disfrazado de gozo el sufrimiento,

con un "sí", espetado a una sotana
sentenció su nupcial fusilamiento.






lunes, 13 de mayo de 2013

Correspondencia marina


Correspondencia Marina
( Dodecasílabos de rima continua)


Dentro de una botella yo me confieso,
con la mar por correo va mi destino,
en mi carta te narro que sigo preso

de tu cuerpo moreno, fresco y salino.

Va en el corcho tu nombre con fuego impreso
y mi amante alegato va en pergamino,
declarando el cariño que te profeso
y afligido por este trágico sino

de privarme el océano de tu regreso.

No imaginas mi vida mi desatino
y el suplicio continuo porque atravieso,
suspirándole al céfiro más vespertino
y versando a las olas como un poseso.

Sabiendo lo precario del fax marino
y lo incierto del agua cual giro “expreso”,
me encomiendo al dudoso favor Divino.

Te ruego en la respuesta, ningún exceso,
pues estos de “Correos” tienen buen tino;
cuando llegue a tu playa sigue el proceso
y préndela de nuevo de un remolino

con un “te quiero” escrito; por sello un beso.


Música celeste

 Música celeste
(Sonetos enlazados con rima gemela)
En memoria de:
Fréderic Chopin.

Se torna cristalina la sonata
al tempo
de un gracioso giro armónico,
diez larvas en un vis a vis sincrónico
el diente blanquinegro desbarata.

Luminosa cadencia se desata
cual florido poema polifónico,
filigrana de acorde, ingenio sónico,
partitura que el pálpito arrebata.

No hay madera ni viento que se preste
a abordar ese trino sobrehumano,
ni batuta que tal pasión orqueste,

ni garganta barítono o soprano
que más primor audible manifieste
que el pulso del Polaco Soberano.

Semifusas de luz en catarata
son voz de un corazón que grita afónico,
mitad abrasador, mitad platónico,
Don Giovanni con alma de Traviata.

¿Qué Dios tañó la coda en su tocata?,
¿Qué todopoderoso salomónico
celoso de su genio faraónico
no quiso concederle una posdata?

Que el silbo de la alondra no moleste
el sonido que irradia el artesano,
ni el murmullo del mar… ni el eco agreste.

Delirante el arpegio de su mano
a estertores de música celeste,        

Chopin murió al unísono del piano. 


     

domingo, 12 de mayo de 2013

Amordazando el llanto





Amordazando el llanto
(Soneto)


Es complicado amordazar el llanto,
aplacar el sonido del lamento
para que el ángel que a mi lado siento
no sospeche en la noche mi quebranto.

Al corazón que tanto amó, suplanto
y acallando un prohibido sentimiento
voy confinando en mi suspiro el viento
de ese huracán que en la pupila aguanto.

Por un instante me retorna cálida
esa presencia de tu voz lejana,
esa terneza de tu mano pálida
y en tu recuerdo mi martirio sana…

mas la seda que envuelve mi crisálida
me despierta empapado en la mañana








Un cerebro bendito
(Ovillejo)


Mi pequeño zalamero,
¡Te quiero!
Con tu dulzura, yo inundo
un mundo
o el firmamento infinito;
“Pablito”.
Hay un cerebro bendito
tras tus párpados de almendra
que el más puro amor engendra.
Te quiero un mundo, “Pablito”.


“Ovillejo dedicado a un pequeño amigo, que vino a la tierra a regalar cariño”














La copla y el viento


Mi copla no tiene dueño
porque mi copla es de aire
y el aire va y se la lleva
cuando de mi boca sale.
Hilvanados de la mano
cual si fueran dos amantes
el viento la pone guapa
peinándola en los trigales,
y en su vuelo la perfuma
entre adelfas y azahares.
Fíjate canoro verso
el sol lo rubio que nace
y los madroños de lumbre
que por los mares esparce,
cuan solita está la roca
anhelando el oleaje.
El loco céfiro lleva
a mi copla por el parque

mientras sube las enaguas
a las niñas por las calles,
y le silba pasodobles

al fresquito del estanque.
Mas cuando se hace la sombra
en su soplo me la trae
y la cobija en mi sueño
a que en mi sueño derrame,
la inspiración cosechada
en los brazos del levante.

Mañana con los albores
cuando la luna se escape,
pondré otra copla en mi boca

para que el viento la cante.







No quiso el sol









No quiso el sol
(Soneto sáfico de rima continua)

Me desnudó de ti la luz temprana
desbaratando mi anhelada espera,
y me negó que delirante ardiera
entre las ascuas de tu labio grana.

No pude hendir tu desnudez liviana
ni zozobrar sobre tu oval cadera,
ni conseguir que mi pasión bebiera
de la resina de tu piel lozana.

No quiso el sol, mujer, quizás mañana
vendrá la noche a ungir mi gris vidriera
con el espectro de tu faz lejana...

y tornaré, sumido en la quimera,
ante el sepelio de tu ausencia humana...
a sonreír soñándote a mi vera.








El nombre que me llamo





El nombre que me llamo

Si algún día,
si un minúsculo instante,
si un brevísimo lapso del tiempo que te resta
recordara tu boca el nombre que me llamo;
no lo vomites, niña,
ni le prodigues asco,
ni le dediques lástima
ni le dispenses fango.
Pues el tuyo ¡Ay amor!,
desde esa parda tarde,
desde esa aciaga hora
en que juntos probamos la hiel del desengaño;
lo retengo en mi pecho
y lo exhalo a diario,
y lo arrullo en la cuna del filo de mi labio,
y le susurro historias...
y le lloro... y le canto...
y le regalo versos que desde entonces guardo
como estos que hoy quisieron
decirte suplicando:

Si algún día,
si un minúsculo instante,
si un brevísimo lapso del tiempo que te resta

recordara tu boca el nombre que me llamo…






¡Ay, niña Rosita!





¡Ay, niña Rosita!
(Soneto dodecasílabo dactílico)

Le trajo a mi pecho la tarde cobriza
imágenes rotas enfermas de olvido;
la goma gastada y el lápiz mordido,
mi mano vestida de harina de tiza.

La niña Rosita de tez enfermiza
que tras mi cuaderno miraba abstraido,
¿Serán fantasías, o me ha sonreído?
No hay beso, ni patio, que afuera graniza.

Forjando ilusiones y cuentos de hadas
bebía mi infancia prendido a su vera,
ansiando entre libros caricias robadas.

¡Ay, niña Rosita, por Dios, quién pudiera!
tornar a mi escuela de blancas arcadas
y hacer de mi otoño fugaz primavera.













De azules alfombras









De azules alfombras
(Soneto galaico)

El hueco graznido de la gaviota
al filo del alba, despierta al río
y el sol despereza su poderío
rasgando la gasa que al aire flota.

Cual potro trabado por una escota
fogoso me espera mi fiel navío;
me arropo la cara, pues no me fío
del soplo del norte que crudo rota.

Serpiente entre pino y dorada duna
se torna un hechizo la travesía
que muere a tu falda, briosa laguna.

¡Ay, mar espejada de mi bahía
de azules alfombras, salina cuna
y el cielo de Cádiz por celosía!





 
 
 
 
 
Celos del agua

Piensas tú, vida mía, que al verde mar
lo amo más que a ese verde de tu pupila,
y en el agua que juega bajo mi quilla
solo revivo el verde de tu mirar.


Porque es verde, chiquilla, este amor nuestro
que por fresco, no acaba de madurar,
porque verde es el cáliz y a veces negro
de esa flor que no ceso de deshojar.


Y es que de tu mirada soy tan esclavo
que cuando en la mañana marcho a pescar,
rebusco en mi recuerdo tus ojos claros
y conmigo a las claras, se hacen al mar.



 




Navegando el aire.





Navegando el aire


(Romance)

Una noche de verano
ebrio de sudor y sábanas,
a navegar por el aire
soñé escapárseme el alma.
Solté amarras de mi lecho
en mi velero de gasa,
puse rumbo a la penumbra
y zarpé de mi ventana.
Eran las olas de estrellas,
era el agüita de plata
y la luna tenue faro
que en la oscuridad me guiaba.
En la ingravidez del sueño,
esa tibia madrugada
sobre la ciudad dormida
navegando fue mi barca.
El timón a barlovento
aunque viento no soplara,
surcando el cielo la vela
que flotando me portaba.
Y puse rumbo a su calle
y viré proa a su casa
y zozobré nuevamente
al cantil de su ventana...
y la contemplé dormida
en su tálamo de algas.
Luego de beber la boca
que en el rostro le granaba,

reviré presto en la noche
al puerto de mi almohada...
y allí continué soñando
con mi amor y con el agua
.








Yo Capitan

  


Yo Capitan

Con cada contoneo de la quilla

voy descosiendo el verde de su traje
y bordo con su espuma fino encaje
de gasas que relamen mi barquilla.

Mi altivo pilotar vence y mancilla
la brisa que tenaz rompe el aguaje,
oteo el horizonte en el paisaje
y entono los adioses a la orilla.

Y allí, sudor y piel, sal, sol y barco
se tornan al ocaso veraniego
un solo ser, en tan celeste marco.

Yo, Capitán caduco, no reniego
de jugar con la mar cual niño en charco,
ni de soñar al son con que navego.


¡Qué buen ratito!







¡Qué buen ratito!
(Soneto dactílico)

Su nacarada y sonora corneta
tras una roca encontré sepultada

y me propuso entonarme encantada

una romanza salina y coqueta,


de una cigala decente y discreta
por un “Don Juan” camarón deshonrada,
de una medusa que andaba enredada

entre los brazos de un pulpo poeta.

 

Como final remató la coplilla
sobre un erizo con bata de cola
y una merluza beoda y cotilla.

Se despidió, se embarcó en una ola
y me dejó pensativo en la orilla…

¡Qué buen ratito!, ¡Por Dios, caracola!








Yo soy el mar


¡Yo soy el mar!,
que sube a tu lado con cada marea,
que moja tu orilla y luego se aleja,
que inunda de espuma tu roca morena,
que besa tu playa de pálida arena,
que muere furioso contra tu escollera.


¡Yo soy el mar!,
que tiñe de verde tus faros de perla
que azota insolente tu noche sin tregua,
que amaina a la aurora dormido a tu vera
que anida gaviotas que en tu sueño vuelan,
que arrulla en sus olas tu cuerpo de seda.


¡Yo soy la mar!,
la mar que tu tierra anhela,
la que no debes tocar, porque te arrastra con ella
la que no debes beber, porque de sal está ebria
la que no debes amar, porque la mar, no respeta.
Y a pesar de todo, el mar,
esa mar que en mí se hospeda,
anda loca por subir
junto a ti cada marea.