viernes, 10 de junio de 2016

Hoy te lloro estos versos

(Pintura de Magritte)




Hoy te lloro estos versos


Aquí están, viejo mío, los versos que te debo.
Se figuró el olvido que a nuestro amor vencía;
no supo que tus pliegues en mis espejos llevo
y en la voz, tu palabra, hilvanada a la mía.

¡Hoy te lloro estos versos, y a tus limbos elevo
la emoción que a mi boca tu garganta exprimía,
la pasión de una sangre que en mis cauces renuevo:
tu sangre de salmuera, clavel y bulería!

¿Que no estás, quién lo dice? ¡Que te palpe en mi escama,
que te mida en mis pasos, que extirpe mis cristales
y los prenda en tus cuencas, que escudriñe esta rama

que tu savia contagia a sus nuevos varales!
Tu recuerdo, mi dote; tus tizones, mi llama.
Dos sorbitos de tiempo en dos copas iguales



viernes, 18 de marzo de 2016

Me vestiré de pájaro

Ribera y parque. El Puerto de Santa María
Rafael Tardío

  1. Me vestiré de pájaro
  2. (Soneto en alejandrinos y rima continua)






    Me vestiré de pájaro en un sueño cualquiera
    en el que la nostalgia me anegue el pensamiento;
    me vestiré de pájaro… mas sin volar siquiera
    aliviaré mi sombra y me asiré del viento.


    Mas donde el viento peina salitre en la ribera,
    donde recluso el mosto ondula en el sarmiento
    y acharolada el alba tatúa la palmera,
    entornaré mis alas y buscaré aposento.


    Si con soñar pudiese izarme al firmamento,
    navegaré a la casa donde mi luz primera,
    al sur que ungió mi boca con su moreno acento, 
     al parque en que estrenara mi infante compañera…
  3. Mas si el sueño quisiere, descansaré un momento
  4.  y abrazaré a la madre que en el recuerdo espera.



martes, 23 de febrero de 2016

Veleta


Veleta

Mariposas carmín rondan mis sienes
fugadas de tu grana comisura;
felicidad efímera, ventura
que languidece al son de tus vaivenes.

Mas al costado de tu gozo tienes
adosado un refugio de amargura,
y tras su inexpugnable cerradura,
el corazón y el beso de rehenes.

Y a tu dictado, yo, senil poeta
que no entiende el porqué de amarte tanto;
si he sido a tu sonrisa, marioneta,

o pañuelo en las cuencas de tu llanto…
un viento que se trunca, en la veleta
que gobierna los giros de tu encanto.