viernes, 26 de julio de 2013

 
 
 
 
 
 
 
Te olvidaré seguro


Te olvidará mi mano ausente de tu pelo,
a la par que la roca rehúya de la mar,
al tiempo en que el jilguero amordace su silbo
y rendido el naranjo aborte el azahar.

Te negará mi labio privado de tu beso,
cuando la luna rasgue su argentino disfraz,
el día en que la aurora se desnude de gasas
y le acuchille el pecho, Inés a su Don Juan.

Te perderá silente mi alma enamorada,
cuando preñe a la rosa la tierra del volcán,
en la hora en que el hielo cristalice la duna
y victorioso el fuego amanse al vendaval.


Y seguiré escribiendo en cuartillas mojadas
cuando tu voz me escupa el dulce de la sal,
y seguiré ocultando el llanto en mi sonrisa
cuando un nuevo inquilino haga nido en tu hogar.


¿Tú piensas que mi aire ya renegó del tuyo?
¿Tú crees niña de agua que te olvidé quizás?;

lo lograré seguro cuando me abrace el musgo
y en mármol mi apellido se deje cincelar.





sábado, 20 de julio de 2013

Hoy prendió el alba. (Glosa sobre unos versos de Elhi Delsue)

Hoy prendió el alba.
(Glosa sobre unos versos de Elhi Delsue)



Se extraviaron las estrellas
en laberintos de ocasos,
quise seguir tras tus pasos
y el viento borró tus huellas
.

Elhi Delsue


Cavando en mis calendarios
pude exhumar tu presencia.
Tornaron a mi demencia
cual perdidos relicarios:
dos apéndices lunarios,
dos pupilas, dos centellas.
La noche jugó con ellas,
las vertió en el firmamento
y acharadas del evento
se extraviaron las estrellas.


Abandoné mi cordura
en aquel diván de arena
y te vio la mar serena
ventando mi calentura.
Deshilando la costura
que hilvanaba mis retazos
 fui desabrochando abrazos
a la par que te perdía
mientras se ausentaba el día
en laberintos de ocasos


Que el suspiro me acompaña
debe hacer mil primaveras;
que acaudalo borracheras
y copulo a la guadaña.
Hoy la luna es una extraña
que atestigua mil fracasos,
mil besos huecos, mil vasos…
mil lapsos de pesadilla
mil años, que en una orilla
quise seguir tras tus pasos


Hoy prendió el alba en mi cama
sus esplendorosas crines,
y han retoñado jazmines
al tronco de la retama.
Hoy se atemperó la flama
de las candelas aquellas;
radian, de la luz plebeyas
las rimas que osó mi canto,
pues domó el reloj al llanto
y el viento borro tus huellas

viernes, 5 de julio de 2013

Un poema luminoso

   Pintura de R. Olbinski.

Un poema luminoso
(Ejercicio de rima, en dos sonetos
dodecasílabos ternarios)


Cuán perpetua ante la pluma la batalla;
que el ingenio permanentemente ralle
y magnánima la musa te avitualle
de vergeles que desborden tu atalaya.

Mas si un día no fondea tu escandallo
y el suspiro fatigado te atropella,
si el errar del almanaque deja huella
y la angustia te proclama su lacayo…

¡Ve detrás de algún lucero que centelle,
de esa estrella de tan mágico destello!
¡Pinta un sol de colorada gargantilla,

di a la brisa que jazmines te resuelle,
vive el tacto de la seda del cabello
de algún hada que dormite en tu rodilla!


¡ Queda mar que a tu pupila maraville,
quedan labios de meloso azucarillo,
altozanos bendecidos de tomillo
y palabra que a tu pluma se arrodille!

¡Queda verso guarecido en la tramoya
y dilema que tu ingenio desembrolle,
el aliento del amigo que te oye
y aire dulce en la celeste claraboya!

Hoy la nube que sorbía de tu arroyo
enlutada como el lustre de la hulla
a la orilla de la aurora se diluye,

y al socaire del rompiente de tu escollo
biennacido, cual un niño al que se arrulla,
un poema luminoso se construye.