(Pintura de Adamow Alexis)
Allá
donde la sal preñó a la roca
Por la quebrada donde el sueño pena
volví a prenderme anoche de tu mano;
la
playa y tú, y el paso tan liviano
que no quedaron llagas en la arena.
Vano el abrazo, el mar, la luna plena,
los cristales de luz, tu tacto… vano;
vano el placer que con soñarte gano
y vano el llanto tras la vana escena.
Tornará con las luces mi agonía
al mar que cada noche nos convoca;
te volveré a esperar un nuevo día,
y allá donde la sal preñó a la roca,
junto a un lecho de algas, niña mía,
liberaré tu nombre de mi boca.
liberaré tu nombre de mi boca.