(Pintura de Adamow Alexis)
Allá
donde la sal preñó a la roca
Por la quebrada donde el sueño pena
volví a prenderme anoche de tu mano;
la
playa y tú, y el paso tan liviano
que no quedaron llagas en la arena.
Vano el abrazo, el mar, la luna plena,
los cristales de luz, tu tacto… vano;
vano el placer que con soñarte gano
y vano el llanto tras la vana escena.
Tornará con las luces mi agonía
al mar que cada noche nos convoca;
te volveré a esperar un nuevo día,
y allá donde la sal preñó a la roca,
junto a un lecho de algas, niña mía,
liberaré tu nombre de mi boca.
liberaré tu nombre de mi boca.
Muy buen soneto, poeta.
ResponderEliminarMagistrales tus sonetos amigo Luis. Siempre provocan un sentir bello
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