¡Qué buen ratito!
(Soneto dactílico)
(Soneto dactílico)
Su nacarada y sonora corneta
tras una roca encontré sepultada
y me propuso entonarme encantada
una romanza salina y coqueta,
de una cigala decente y discreta
por un “Don Juan” camarón deshonrada,
de una medusa que andaba enredada
entre los brazos de un pulpo poeta.
Como final remató la coplilla
sobre un erizo con bata de cola
y una merluza beoda y cotilla.
Se despidió, se embarcó en una ola
y me dejó pensativo en la orilla…
¡Qué buen ratito!, ¡Por Dios, caracola!
de una medusa que andaba enredada
entre los brazos de un pulpo poeta.
Como final remató la coplilla
sobre un erizo con bata de cola
y una merluza beoda y cotilla.
Se despidió, se embarcó en una ola
y me dejó pensativo en la orilla…
¡Qué buen ratito!, ¡Por Dios, caracola!
No hay comentarios:
Publicar un comentario