Infausto paladar.
(Soneto en dodecasílabos ternarios de rima continua)
Hoy envuelvo mi poesía en un sudario
hoy degüello mi laringe de juglar
y sepulto mi delirio literario
a la vista de mi infausto paladar.
Le he tachado “corazón” al diccionario
hoy me huele fermentado el azahar,
he arrancado los suspiros de mi diario
y a la taza del retrete vuelco el mar.
Ni el melódico tañer del campanario,
ni el lucero del remoto titilar,
ni la vida que olvidé en el calendario,
ni la alondra que frecuenta el olivar
me recuerdan que ese idílico escenario
hizo al potro de mi ingenio galopar.
(Soneto en dodecasílabos ternarios de rima continua)
Hoy envuelvo mi poesía en un sudario
hoy degüello mi laringe de juglar
y sepulto mi delirio literario
a la vista de mi infausto paladar.
Le he tachado “corazón” al diccionario
hoy me huele fermentado el azahar,
he arrancado los suspiros de mi diario
y a la taza del retrete vuelco el mar.
Ni el melódico tañer del campanario,
ni el lucero del remoto titilar,
ni la vida que olvidé en el calendario,
ni la alondra que frecuenta el olivar
me recuerdan que ese idílico escenario
hizo al potro de mi ingenio galopar.
pues te equivocas, creo que el potro de tu ingenio tiene un indómito galopar, que más allá de su hidalgo caballero continúa siendo ingenioso.
ResponderEliminarUn placer leerte, un abrazo